Mauricio Aldean, un sacerdote que desde hace 25 años practica el motociclismo.

Mauricio Aldean Toledo es un sacerdote apasionado por el mundo del motociclismo, actividad que la realiza desde hace 25 años.
Es oriundo de San Pedro de Vilcabamba, por lo que realizó sus estudios primarios y secundarios en su parroquia natal, sin embargo, la educación superior la desarrolló en la Universidad de Navarra, España, donde se tituló como licenciado en Filosofía.
Como sacerdote lleva aproximadamente 28 años, tiempo en el que ha realizado varias actividades. “Para mí el sacerdocio es una forma de vivir, es servir a los demás y a Dios”.
Ha dedicado 26 años de su vida a impartir Filosofía a los futuros sacerdotes del Seminario Mayor Reina del Cisne de Loja; así mismo, por 8 años fue profesor en la Universidad Técnica Particular de Loja, con los Hermanos Maristas.
En toda su trayectoria ha sido fundador de dos parroquias de Loja: Divino Niño (barrio Época) y San José María Escrivá de Balaguer (Obrapía); además, fue sacerdote de la parroquia San José y Pózul; párroco y vicario en Macará. La fundación del Movimiento Juan XXIII también se le atribuye a él.
Actualmente, sigue como docente en el seminario, trabaja en la curia diocesana en el departamento de archivo histórico, párroco en las parroquias Señor Cautivo de Amable María y Jimbilla. También, es capellán de las Hermanas Franciscanas y del Colegio la Porciúncula.
La pasión que el padre Mauricio Aldean tiene por las motos lo llevó a realizar la bendición motera con el sacerdote colombiano Uriel Rojas. Hasta la fecha han realizado dos, la primera se realizó en Amaluza con la participación de 200 motociclistas de cinco naciones. “Unimos esfuerzos para que dentro del motociclismo esté presente la palabra de Dios”. La segunda edición la desarrollaron en Ambato y la tercera tendrá como escenario el Santuario Nacional Reina del Cisne de Loja, el 22 y 23 de julio del presente año.
“Sepamos respetar al mundo del motociclismo, no hay que satanizar este deporte, porque toda actividad que hace el ser humano implica peligro, lo importante es tomar las precauciones. Es una máquina que hay que tratarla con mucha prudencia”.

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